NOS GUÍA
01
El instante presente
Una de las condiciones indispensables para conquistar la libertad interior es la capacidad de vivir el instante presente. No podemos ejercer auténticamente nuestra libertad si no es en el instante presente. Carecemos de toda influencia sobre el pasado, del que no podemos cambiar ni una sola coma; y cualquier escenario imaginario sobre el que intentemos revivir algún hecho pasado del que nos arrepintamos o que consideremos un descalabro (debería haber hecho esto o aquello…) cae por su propio peso. Sólo hay un acto de libertad que podamos plantear con respecto a nuestro pasado: aceptarlo tal y como es.
Tampoco somos capaces de dominar nuestro futuro: sabemos muy bien que, independientemente de cuáles sean nuestras previsiones, planes y promesas, basta muy poco para que nada salga como pensábamos. Es imposible programar la vida; sólo nos queda acogerla un instante tras otro.
A fin de cuentas, lo único que nos pertenece es el momento actual: sólo en este medio nos podemos plantear actos libres y solo en el instante presente establecemos un auténtico contacto con la realidad.
02
La Mar o el Mar
En Derecho, todo puede ser una cosa u otra, y, a veces, hasta la contraria, y todas se parecen.
Hay que reconocer que, en materias como el Derecho, el elemento de la subjetividad es inevitable. No obstante, existen unos límites importantes a lo que el reconocimiento de esta subjetividad implica, unos límites relativos al margen de variación a la hora de interpretar los hechos que cabe presumir, por ejemplo, que los juristas respetarán. De ahí la importancia de hacer un pronto y certero diagnóstico de la situación jurídica que se nos plantea.
03
La Navaja de Ockham
Menos es más. Una hipótesis es tanto mejor cuanto más explica con menos elementos teóricos. Esta peculiar navaja defiende que cuando existen dos hipótesis que explican unos hechos con el mismo acierto, deberá prevalecer aquélla que sea más sencilla. La Navaja de Ockham afirma que la solución más simple es la correcta. En otras palabras, debemos evitar buscar soluciones excesivamente complejas a un problema y centrarnos en lo que funciona, dadas las circunstancias.